

Atraer de nuevo a los pasajeros con miedo a volar con modelos 3D. La rapidez con la que la industria de la aviación comercial se ha hundido debido a la crisis por el virus del COVID-19, que ha dejado a la mayoría de las aerolíneas del mundo y a innumerables fabricantes de equipos en graves dificultades financieras. Algunos ejecutivos y analistas prevén una recuperación de las aerolíneas bastante pesimista. Según sus cálculos llevará de tres a cinco años recuperar los volúmenes del año 2019. ¿Cómo hacer que los viajeros se sientan seguros volando nuevamente, cuando los países todavía están tratando de arrebatar el control a la pandemia que continúa devastando partes el mundo? En última instancia, la reanimación de la aviación comercial debe comenzar por restaurar la confianza del público en la capacidad de la industria para hacer que la experiencia de viaje de extremo a extremo sea lo más segura posible.
Tan importante como las medidas que se tomen por parte de la industria será el esfuerzo para informar a los posibles viajeros aéreos sobre las medidas y cómo sean percibidas. Pero cualquier paso en falso podría retrasar la recuperación, que tiene a la confianza de los pasajeros como pilar fundamental. A partir de ahora los pasos que se den en la industria tendrán que fundamentarse en conseguir la seguridad de los pasajeros, no de las aerolíneas. Esto incluye el uso de obligatorio de mascarillas, distanciamiento social, controles de temperatura de los pasajeros en un número creciente de aeropuertos y, con toda probabilidad, la reconfiguración del interior de la cabina de los aviones. Además, cómo convencer a los viajeros aéreos de que volar comercialmente es seguro en medio de la propagación del virus es un desafío compartido entre todos los actores de la industria.
La creación de modelos 3D que simulen la “dispersión de la contaminación” en las cabinas de aviones y las terminales aeroportuarias se antojan ahora básicas para la información del público y el desarrollo de estos sistemas. Estas herramientas ayudarán a las aerolíneas a descubrir y demostrar a los pasajeros cómo se está minimizando la propagación del virus. Hoy en día, todos los jets de pasajeros modernos tienen ya sofisticados sistemas de aire en cabina, con filtros de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA) estándar de los hospitales, por lo que el aire se limpia y se mantiene en movimiento de forma continua. Sin embargo, para una mayor sensación de seguridad se requiere dar un paso más. Ver lo invisible, ver fluir el aire, puede crear más que una mayor sensación de seguridad, es una prueba visible de seguridad. Las herramientas que hacen esto ya han demostrado su potencial. Cuando China necesitó erigir varias instalaciones médicas a principios de este año en respuesta al brote de coronavirus, la Compañía del Instituto de Diseño Arquitectónico del Sur Central de China emprendió la tarea de erigir múltiples hospitales improvisados en tiempo record. Además del desafío logístico, era imperativo un sistema HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado) que minimizara el riesgo de exponer al personal del hospital y a los pacientes no infectados a COVID-19. Mediante el uso de la simulación de los patrones de circulación de aire, los diseñadores pudieron determinar cuál de sus diseños de ventilación propuestos sería el más efectivo. Las aerolíneas y los aeropuertos pueden emplear la misma tecnología de simulación para ayudar a las aerolíneas y a los fabricantes de equipos originales (OEM) a establecer los métodos para minimizar la dispersión de contaminantes, en función de los diferentes diseños de cabina de pasajeros y patrones de tráfico en los aeropuertos. (Por ejemplo, vea este video).
Las aerolíneas pueden simular eficientemente el flujo de aire y los patrones de difusión de virus en la cabina de una aeronave y trabajar con un modelo virtual para rediseñar y probar los procedimientos de seguridad. Al crear videos de alto rendimiento para mostrar cómo funcionan sus procedimientos, pueden comunicarse de manera efectiva con todas las partes interesadas y aumentar la confianza de los pasajeros.
Otra gran incertidumbre es el distanciamiento social en los aeropuertos, incluidas las colas de seguridad: qué pruebas se requerirán y cómo se llevarán a cabo. Este es un problema comercial tanto para los aeropuertos como para las aerolíneas, ya que los puntos de venta minoristas proporcionan una lucrativa fuente de ingresos para los operadores aeroportuarios, lo que ayuda a reducir los cargos que se hacen a las aerolíneas.
Los aeropuertos pueden usar la misma tecnología para crear modelos simulados que los ayuden a optimizar el flujo de pasajeros y probar la efectividad de las medidas y procedimientos de seguridad. Al probar primero sus planes en un modelo virtual , pueden optimizar los recursos. También pueden crear videos para demostrar a los trabajadores y pasajeros que el medio ambiente es seguro.
En la “nueva normalidad” que sigue a la pandemia, la seguridad de los pasajeros debe incorporarse en cada etapa, desde el diseño hasta la salida y el vuelo. Y los pasos que se toman para garantizar la seguridad de los pasajeros deben estar claramente articulados para garantizar a las personas que estarán seguros cuando vuelen.
Vía:Fortune